lunes, 22 de mayo de 2017

LA CIUDAD MEDIEVAL DE PINGYAO




Pingyao (平遥), es casi la única ciudad china que conserva íntegramente sus murallas originales albergando tras ellas una auténtica ciudad medieval con grandes mansiones preservadas de la dinastía Qing y Ming.


De hecho, la primera vez que fui lo comparé con Ávila por aquello del impresionante amurallado exterior. Sin embargo, hoy día, con sus calles atestadas de tiendas, restaurantes y hoteles para turistas se parece más a una feria que a una ciudad medieval. No obstante merece estar en nuestra ruta de la China Imperial.

Para el que haya viajado por otros lares de China, se habrá dado cuenta de que Pingyao está perdiendo importancia, ya que por culpa del crecimiento desmesurado de la economía del ladrillo, otras ciudades como Xi'an han recuperado sus murallas originales, o bien asombrosamente las han reconstruido  totalmente nuevas, como hicieron en la ciudad de Datong.


Sea como fuere, pasear por las calles de Pingyao, donde aún se conservan rincones con un pasado histórico, misterioso y donde uno se puede reencontrar con los tópicos de la China auténtica, merece la pena.



¿Por qué conserva sus murallas?


Con la revolución cultural de China, se denunciaba que todo vestigio de lo tradicional representaba al régimen feudal clasista que debía ser destruido. La guardia roja se encargó de destruir innumerables mansiones, templos y vestigios de antiguos (sin mencionar lo que les ocurria a sus dueños). En el caso de Pingyao, ya por falta de fondos o por no existir una excesiva radicalización en la zona, sus tesoros históricos se salvaron de la quema.



Su arquitectura


El trazado de la ciudad conserva la peculiar simetría china cual vías romanas cuadriculadas, y sus viviendas fueron construídas siguiendo las directrices del Feng Shui, sistema filosófico vinculado al Taoismo y que establece una serie de pautas en el modo de edificación y distribución de la casa para atraer la energía favorable.



Zhang Yimou, rodó aquí su película "La Linterna Roja", para utilizar la peculiar arquitectura de la ciudad. El paseo nocturno bajo las linternas rojas es espectacular.



Rishengchang


Pingyao también tuvo una época de florecimiento por su cercanía a la Ruta de la Seda, que dio lugar en 1823 al nacimiento del primer banco de China, el famoso "Rishengchang", que al principio funcionaba como casa de cambio pero que gradualmente comenzó a operar con préstamos de volumen considerable. Esto hizo proliferar otras casas de cambio y originó la industria bancaria china.

Pese a que Rishengchang llegó a tener más de 40 sucursales por toda China, finalmente quebró, y hoy día en Pingyao se puede visitar su emplazamiento original reconvertido en una casa museo.

Prosperó tanto Pingyao, que por tener tiene hasta una iglesia católica (muy humilde, por no decir cutre) pero eso ya es algo bastante exótico para estar en la China profunda.






Recomendaciones


- Aunque pasear por el casco antiguo se hace fácil y cómodo, merece la pena montarse en uno de esos coches eléctricos que te hacen un recorrido completito por la ciudad. Luego, se puede ir directo a los puntos con más interés, ganando tiempo y horas de descanso.



- El interior de las mansiones es bastante austero, lleno de innumerables habitaciones donde se nota que no están habitadas, pero se percibe el autenticismo como morada ancestral.

- Un día de visita en Pingyao es más que suficiente. Llegar una mañana y echar también la tarde. No hay mucho más, salvo quedarse a disfrutar el ambiente sin prisas.




jueves, 4 de mayo de 2017

LOS TEMPLOS DE WUTAISHAN


Cuando se oye hablar de templos, al principio viene la idea de algo místico. Luego, conforme estos se van visitando se va perdiendo el interés hasta obtener la imagen de algo cansino y denso. Pero después de visitar el valle de Wutaishan, un templo adquiere el nivel de un museo de la ascética viviente.

En nuestra ruta de la China Imperial visitamos Wutaishan, que significa monte de las 5 terrazas o mesetas, y sobre las cuales se han ido emplazando templos dedicados al Budismo desde el siglo IV hasta hoy día, cada uno con su particularidad.




Lo sorprendente es que en este valle, entre templos y monasterios se pueden encontrar más de 50 recintos, algunos entre los más importantes de China. Si bien es cierto que con solo visitar unos cuantos es suficiente, es necesario saber acertar eligiendo los mejores. Aunque descubrir los templos casualmente suele ser más emocionante, sugiero a continuación algunos de ellos:


  • Templo Pusa (菩萨顶): Este es de pago (5 RMB), no es espectacular, pero es un buen inicio para empezar una ruta de templos conforme se va bajando.



  • Templo Dailuo (黛螺顶). En la loma del este. Lo mejor son las vistas del valle. Se puede subir en telecabina o por interminables escaleras, y luego bajar dando un paseo por senderos junto a las escaleras.
  
  • Templo Shuxiang (殊像寺) Merece la pena. Tiene una capilla con unos decorados alucinantes a base de miniaturas mitológicas pintadas.



  • Templo Nanchan (南禅寺) Está a las afueras y se llega en taxi. Es más tranquilo y tiene unas buenas vistas del valle. Aquí se encuentra el edificio de madera más antiguo de China.




Sin embargo, lo mejor es que los monasterios están en activo y se pueden presenciar las reuniones y ceremonias de los monjes, tal como lo vienen haciendo desde siglos atrás.




Aunque con menos actividad que los monasterios de Tongren o Xiahe, la importancia de este complejo religioso se refleja en los peregrinos que llegan desde todo el país para rezar y mostrar respeto y devoción en condiciones extremas. De hecho, el lugar es tan importante que, durante la revolución cultural, se salvó de la quema por la guardia roja gracias a la oposición de la población de toda la comarca.


Con todo esto, incluso si prescindimos de la visita a los templos, el entorno del valle da mucho juego para hacer rutas de senderismo o abstraernos con vistosos encuadres fotográficos.

 

Información para los visitantes

  • Como llegar: Bus o Taxi, desde Datong. La estación de tren más cercana está a 50 km (casi dos horas de bus).
  • Entrada: La entrada al valle cuesta: 145 RMB (2016). Luego hay templos gratis y templos que hay que pagar un plus por entrar.



Recomendaciones

- Cuanto más lejos del centro más baratos y más auténticos. El turismo les resta emoción.
- Evitar periodos estivales y fines de semana.
- En este lugar había una pequeña aldea que fue creciendo hasta convertirse en los últimos años en un pueblo-ciudad de 10 km de largo con cerca de 500.000 habitantes. Por tanto el lugar es barato para comer y dormir.
- En Otoño el paisaje debe ser espectacular con los bosques que lo rodean.