domingo, 14 de septiembre de 2014

SHANGRI-LA, ANTESALA DEL TIBET Y DEL FRAUDE



La novela "Horizontes Perdidos" (Lost Horizon, 1933) de James Hilton, narra la llegada de un grupo de extranjeros a una aldea ficticia y paradisíaca llamada Shangri-Laencajada en un remoto valle tibetano de los Himalayas.

Aprovechando este argumento, en el año 2002, el gobierno chino se encargó de localizar este lugar ficticio en la aldea de Zhongtian (中甸) y le cambió el nombre por el de Shangri-La (山歌日拉). Sin embargo diversas ciudades en otros lugares de Asia (incluso en Pakistan) también se han atribuido su propio Shangri-La, generando una controversia confusa de lo más ridícula.




Esta aldea situada a 175 km de Lijiang y a 250 km del Tibet (que aunque pueda parecer lejos, 250 km no son nada en China), hace 12 años no era más que eso, un asentamiento con distintas etnias tibetanas dedicadas a la ganadería y la agricultura, entorno a un gran monasterio Budista como el de la novela enclavado en un valle de pastos rodeado de montañas. El plan de marketing chino les salió bien y hoy día la aldea se ha convertido en una gran ciudad de 130.000 personas incluso con aeropuerto propio.

Esta ciudad, adornada empalagosamente con motivos budistas y tibetanos, está atestada de establecimientos de todo tipo, desde tiendas de moda a artículos de electrónica. 

Situada a 3.400 m. de altitud, el frescor se hace patente incluso en las noches más calurosas de verano. Se ofrecen visitas guiadas a templos, parques naturales y paisajes diversos a su alrededor. Para el que nunca haya tomado contacto con la cultura tibetana puede ser una ciudad muy curiosa e interesante.

La mayoría de sus ciudadanos son de etnias minoritarias que realizan sus oficios religiosos (budismo puro y duro), por las tardes bailan en las calles al son de música folclórica y como tibetanos auténticos aún continúan con sus costumbres antiguas (aún quedan campesinos que dejan a sus difuntos en las cumbres para que los devoren los carroñeros y lleven su cuerpo al cielo). Pero cuando se ven a monjes Budistas conduciendo cochazos o vendedores de puestecitos de comida con móviles que ya nos gustaría tener, es que algo falla.

Quizás es de interés en el casco antiguo del centro de la ciudad (古城) el templo budista que posee una de las ruedas cilíndricas de oración más grandes del mundo, la cual necesita al menos 10 personas para hacerla girar.

 


Pero en el pueblo no había mucho más que ver aparte del templo de Song Zan Lin, un monasterio de 350 años muy parecido al Palacio de Potala de Lhasa, adosado a multitud de casas particulares que albergan a casi 600 monjes. De ahí que eligieran este lugar para llamarlo Shangri-La. Lo más indignante es que hasta para ver este templo desde fuera haya que pagar. 


Una cosa es que uno pague por entrar ver sus interiores y demás, pero que cobren por acceder a una carretera para poder ver el templo que se oculta tras una colina es de lo más usurero con lo que me he topado en China. Así que me las tuve que ingeniar. Si no fuera porque las aventuras se encuentran en cualquier lugar donde uno quiera montárselas ni siquiera estaría escribiendo sobre este lugar, pero yo conseguí vivir una experiencia intrépida de las que uno se lleva para siempre en el recuerdo. Accede aquí si quieres conocer mi experiencia y mi estrategia.

¿Qué opinas de este monasterio? ¿Qué te inspira?

Información para visitantes:


  • Como llegar: Normalmente se llega en bus desde Dali. Tarda 3,5 h y sale por 66 RMB aproximadamente. No hay trenes y un taxi no va por menos de 400 RMB.


Recomendaciones:


-En muchos alojamientos, normalmente el agua caliente viene por placas solares. En días nublados no hay, y solo disponen de una caldera eléctrica para todos los clientes. Infórmate antes de alojarte.

-Aprovecha para hacer compras de objetos Tibetanos. Algunos son muy curiosos como los cuencos tibetanos que frotados por el borde con una pieza de madera generan un sonido cósmico.

-Si no te importa gastar mucho dinero, puedes probar a ir al  parque natural de Pudacuo. A 25 km de la ciudad, está pensado para familias y no mucha paliza. Hay praderas, caballos salvajes y autobuses que atraviesan el parque con vistas idílicas. Precio 190 RMB.

-Monasterio de Songzanlin: El precio para llegar a este monasterio (incluso solo para verlo desde fuera) es de 85 RMB. (55 RMB para estudiantes Chinos menores a 24). Si quieres tener tu propia aventura y quieres intentar rodear la zona para no pagar la entrada, tendrás que pegarte un gran día de Trekking. Antes se podía hacer en bicicleta, pero como he contado arriba, ahora hay un guarda en el acceso de la entrada a la aldea del monasterio. Tendrás que subir o flanquear algún cerro y entrar por detrás de la aldea. Mismo estilo para el regreso. Merece la pena, solo por la aventura y las vistas panorámicas desde las colinas.

Visión personal:


Este lugar puede ser una buena toma de contacto con la cultura tibetana y evitarse el engorroso papeleo para ir al mismo Tibet.

Por otro lado, en mi opinión, esta ciudad fue una decepción. Las montañas de las que presume que se rodea, vamos a dejarlas en colinas. Sobre las crestas nevadas del Himalaya, si las nubes dejan verlas y aún queda nieve (en Agosto no mucho) quedan lejísimas. En cualquier parque natural y cualquier punto de interés hay que pagar como es costumbre en el entramado turístico chino. Mucho negocio que desnaturaliza incluso la libertad paisajística.




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