El templo del cielo, es otro de los puntos
más interantes de Beijing. Construido en el siglo XV, esto se compone de un
conjunto de edificios que se hayan dentro de un grandísimo recinto amurallado
que era utilizado para hacer sacrificios y orar para obtener buenas cosechas o
dar las gracias por las cosechas obtenidas. Hoy día se ha reconvertido en uno
de los parques más grandes de Beijing.
¿Por qué visitarlo?
Este un lugar más para los ciudadanos
aledaños que lo utilizan para el descanso, la meditación, hacer ejercicios o
para actividades de ocio, por lo que a veces esto puede suscitar más interés
que la propia arquitectura.
Pero hay más razones:
De los edificios más importantes el plato
fuerte es el Pabellón de la Oración ya que es uno de los edificios más representativos
de Beijing.
Junto a este está la Bóveda Imperial del Cielo que era donde el Emperador acudía a meditar los días de las ceremonias. Este edificio está
rodeado por el Muro del Eco,
una pared circular que se caracteriza, obviamente, por su curiosa capacidad de
provocar eco debido en parte a la calidad de los materiales de los ladrillos.
Bóveda Imperial del Cielo |
Lanzando gritos para captar eco. |
La tercera estructura, el Altar Circular, donde se realizaban los sacrificios y las oraciones, también
tiene un curioso efecto de aumentar el sonido. Aunque es imposible comprobarlo
con tantísima gente.
Son
muchos los turistas que dedican su
tiempo a probar esta curiosa característica, bien con palmadas o bien
lanzado gritos esporádicos, pudiendo parecer un comportamiento bastante
extraño para el que desconozca los motivos.
Esta web sobre acústica en el Templo del Cielo, desarrolla y explica mejor el tema de los efectos de sonidos.
Aún
así sería injusto resumir en tan pocas líneas un parque tan descomunal
como este. Lo mejor es dedicar una mañana o el día completo en un día
templado para leer, meditar o dormitar en rincones construidos para
conectar con los dioses.
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