domingo, 24 de noviembre de 2013

PATO LAQUEADO EN EL "LI QUN" DE BEIJING


En Beijing, el plato más tradicional más conocido después del  "huǒ​guō" (火锅) o Hot Pot, es el Pato Laqueado o "kǎo​yā" (烤鸭).

 

La historia del Pato Laqueado se remonta a la dinastía Yuan (1279 – 1368), cuando aparece la primera referencia en el libro "Recetas completas de platos y bebidas"de Hu Sihui (1330), jefe encargado de las cocinas imperiales.

 Si visitas Beijíng, es una buena oportunidad para probar un auténtico Pato a la Pekinesa, que si bien no es barato, comparado con los precios de cualquier país europeo aún es un manjar permisible. Pudiendo costar un menú para dos entre 25 ó 30 €.

 En Beijing, hay varios restaurantes notables que lo preparan, ya que no es algo que se cocine fácilmente. Aparte del famoso restaurante "Quanjude", cuya leyenda dice que sus fogones nunca han estado apagados desde que se abrió en 1864, existen otros restaurantes no menos destacables entre los que se encuentra el restaurante Li Qun (利群). 

Este restaurante, del que leí buenas recomendaciones, está emplazado en lo más profundo de un hutong auténtico del barrio de Qianmen, rodeado de calles viejas, solitarias y en penumbras, algo difícil de encontrar. Llama la atención las sillas que hay dispuestas en la calle para que los clientes sin mesa puedan esperar su turno, por lo que es más que recomendable (y a veces requisito necesario) hacer reserva de mesa con antelación.

Una vez dentro se atraviesa un angosto pasillo lleno de fotografías de clientes famosos o importantes, entre los que se encuentran numerosos embajadores, políticos occidentales y algún que otro artista. El local está construído en una antigua casa-patio tradicional reformada, con todos los elementos decorativos de la China profunda.

Aunque en la carta hay numerosos platos, tenemos que limitarnos a un ajustado menú de Pato Laqueado para dos personas. Aunque el pato se puede preparar de muchas formas, la más habitual es la de que tras cocinarlo, se corta la carne en finas tiras (como el jamón), y se sirve acompañado de unos finos crépes en los que se envuelven con un poco de cebollino, pepino y salsa dulce de hoisin.

En algunas versiones sólo se sirve la piel en las crepes tradicionales, mientras que la carne es presentada con algunas verduras y se utilizan los huesos para hacer un caldo perfumado. Lo ideal es ademas, disfrutar al mismo tiempo de otros platos, pero para ello necesitas de ir acompañado de un nutrido grupo de comensales, como suelen hacer los Chinos habitualmente. Las cenas románticas para dos, aún les queda lejos.

 

 
Carne de pato, cebolla, pepino y salsa envueltos en crepe




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